A las vacunas les debemos estar hoy aquí

,Las vacunas son uno de los instrumentos más poderosos en la historia de la salud pública, son las armas más eficaces en la prevención de las enfermedades infecciosas.

Durante años han cumplido su misión salvando muchas vidas neutralizando muchos virus y bacterias que de otra manera hubiesen sido mortales.

A las vacunas les debemos estar nosotros hoy aquí.

Hoy las vacunas son el centro de atención de interminables debates pero la verdad es que nos dan muchas esperanzas. Es el momento de reforzar la confianza de la gente en las vacunas.

A mediados del siglo XX empezaron a llevarse a cabo campañas para reducir la alta mortalidad y discapacidad causada por enfermedades infecciosas como la viruela, la poliomielitis, la difteria, el sarampión o la tos convulsa. Fue así como se fueron introduciendo los calendarios de vacunación en la población infantil.

Debe destacarse la importancia del desarrollo de dos vacunas antivirales: la primera a fin del siglo XVIII creada por Jenner, para la prevención de la viruela. La segunda, por Louis Pasteur en el siglo XIX (1885) contra la rabia.

En la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Alma Ata (Kazajistán) se estableció la estrategia de atención primaria de la salud (1978).

En ese contexto se inició el desarrollo del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI). A partir de 1977, comenzó la implementación del PAI en Argentina y en 1978 entró en vigencia el primer Calendario Nacional de Vacunación que incluía seis vacunas para la prevención de:

  • Difteria
  • Tos convulsa
  • Tétanos
  • Poliomielitis
  • Sarampión
  • Tuberculosis

Varios años y calendarios después algunas infecciones han podido ser erradicadas y otras están cerca. Pero, este logro es frágil. Tenemos una responsabilidad individual y colectiva a la hora de mantenerlo. En todo el mundo crece la desinformación sobre las vacunas y surgen brotes infecciosos en personas no vacunadas que podrían haberse prevenido.

Ahora más que nunca tenemos que confiar en las vacunas 

Edward Jenner, el médico inglés que le puso fin a la viruela
Edward Jenner, el médico inglés que le puso fin a la viruela

¿Por qué tenemos que confiar en las vacunas?

 

Las vacunas nos protegen de enfermedades peligrosas. Muchas de ellas son ahora poco frecuentes gracias al mantenimiento de la vacunación en toda la población.

Las vacunas son medicamentos muy seguros. 

Cuando nos vacunamos nos protegemos a nosotros mismos y a aquellos que no pueden y están más expuestos. De esta manera, creamos una barrera de personas inmune que impide la circulación de los agentes infecciosos. Preservar la salud pública es una tarea colectiva. Evitar la emergencia de brotes o epidemias de patologías hasta ahora controladas ES LABOR DE TODOS.

La desinformación se comporta como un virus y podemos colaborar en su extensión difundiendo mensajes falsos.

No es necesario compartir información no confiable, es malo, es negativo y si tenés dudas es mejor consultar.

Si dejamos de vacunar estaremos indefensos frente a enfermedades graves pudiendo aparecer brotes o epidemias de patologías hasta ahora controladas.

Es necesario mantener los niveles de vacunación y hay que correr la voz recomendando información confiable sobre las vacunas.

Pinturas que ilustran las vacunas a lo largo de la historia

Dr. Osvaldo Azpilicueta y sus pacientes

Pintura de Eugéne Ernest Hillemacher (1818-1887). 

Edward Jenner vacunando a un niño (1884).

Pintura que se encuentra en Wellcome Library, en la Universidad de Londres, Inglaterra. En el municipo de Camden. La Biblioteca Wellcome se basa en la colección formada por Sir Henry Wellcome. El interés de Henry Wellcome era la historia de la medicina. 

Dr. Osvaldo Azpilicueta y sus pacientes

Constant-Joseph Desbordes (1761-1827). El Barón Jean Louis Alibert practicando la vacunación contra la viruela en el Castillo de Liancourt (1820). Óleo en tela.

Museo de Asistencia Pública. Hospital de París, Francia.

Dr. Osvaldo Azpilicueta y sus pacientes

“Centro de Vacunacion” González Santos, Manuel (Sevilla)-1900 – 1905

Museo del Prado. Madrid. España.

Dr. Osvaldo Azpilicueta y sus pacientes

Detalle del fresco sobre la vacunación que pintó el mexicano Diego Rivera en los “Murales de la Industria de Detroit” (1932-1933)

Detroit Institute of Arts. Michigan. Estados Unidos.

Dr. Osvaldo Azpilicueta y sus pacientes

En “Vacunación” (1899), de la artista Anna Ancher, un grupo de madres con sus hijos que esperan para ser vacunados contra la viruela

Art Museums of Skagen. Dinamarca